
Cámara y parámetros:
Nikon D850 con Carcasa Isotta y cúpula de 6”
Nikon D850 + Objetivo NIKKOR 8-15mm f/3.5-4.5E ED a 15 mm
2 flashes Sea and Sea YS-D2/ Difusores dome
1/100 seg a f13; ISO 800
Lugar de realización:
Fotografía tomada en la superficie del Cenote Angelita, cerca de Tulum en la península de Yucatán, México.
Con el centro de buceo Pepe Dive center.
Profundidad: 0 m
Como se hizo:
Sabía
que, en algunos cenotes, en ocasiones, se pueden ver cocodrilos.
Con esta idea en mente pregunté y me informé hasta que me dijeron que en el
Angelita había uno de aproximadamente 1 m y pico.
Con esa idea en mente fuimos a este mítico buceo y yo tenía como objetivo
intentar fotografiarlo.
El cenote es un cráter en la Selva con un diámetro no muy grande. Cuando
llegamos no estaba, así que realizamos el buceo y a la salida tampoco. Volvimos
al segundo y tras buscar en todos lados no vimos nada. No fue hasta la salida
del último buceo cuando en un hueco vi que estaba descansando, así que fue
cuestión de paciencia y tiempo esperar hasta que se decidió a salir. Según
salió el corazón se me aceleró a mil pulsaciones. Era el primer cocodrilo con
el que estaba. El nadaba muy muy lento e incluso en dirección hacia la cámara,
así que fotográficamente no era difícil tomarle fotos.
Quería captar la mitad dentro y la otra mitad fuera, así que tras varios
intentos conseguí sacar justo el dos guas que veis.
Especie y conservación:
Estar con un cocodrilo en el
agua, es algo que a todos nos ha aterrorizado pensar. Y es que, una cosa es
cierta, los cocodrilos no son como los tiburones, y mientras que los tiburones
matan apenas 5 personas al año, por equivocación en su mayoría, los cocodrilos
matan a unas 3.000.
Este dato no debe asustarnos, sino que debe servir para entender y respetar la
naturaleza salvaje.
Esta especie, conocida como cocodrilo americano (Crocodylus acutus), habita exclusivamente en la zona de centro América. Es el cocodrilo más grande de todos los que habitan en el continente americano, pudiendo alcanzar 4 m y pesar casi 200 kg.
Entre los años 30 y 60 se cazaron millones para la fabricación de bolsos de piel, debido a ello paso a ser catalogada como una especie en peligro de extinción. Sin embargo, por suerte, la prohibición de su caza dio lugar a que en los 90 pasase de especie en peligro a especie vulnerable.